A medida que envejecemos, los niveles de este azúcar disminuyen naturalmente. Nuestra piel se seca y pierde elasticidad. Mientras tanto, la pérdida de grasa debajo de la piel y una reducción en la densidad ósea a su vez causan que la piel se "caiga". Las arrugas comienzan a aparecer gracias al movimiento repetido del músculo, y los pliegues surgen de la pérdida de volumen. Crema hidratante tópica que contiene el mismo tipo de molécula puede proporcionar un efecto superficial y de corto plazo, sin embargo, para que la hidratación y el volumen tenga cierta duración, se necesita el ácido hialurónico en las capas profundas de la piel. Los únicos tratamientos que ofrecen este tipo de solución en profundidad son los rellenos dérmicos. El producto trabaja para atraer el agua y restaurar el volumen en el área inyectada, tal como lo haría la molécula natural. Los resultados suaves y flexibles se ven muy naturales y pueden durar hasta 24 meses, dependiendo del producto utilizado.
A medida que envejecemos, la piel empieza a producir menos ácido hialurónico, de modo que pasa a ser más seca y delgada. Es posible que empiecen a aparecer arrugas y surcos. Si aplica un hidratante con ácido hialurónico, puede que obtenga un efecto a corto plazo; no obstante, los rellenos faciales con AH consiguen una hidratación real en profundidad, debajo de la piel. Puesto que los rellenos faciales se inyectan en la piel, el AH se integra en las capas cutáneas más profundas y trabaja desde dentro para atraer agua y recuperar el volumen.
Los rellenos faciales de AH, reintroducen ácido hialurónico debajo de la piel, donde se necesita, y "rellenan" las líneas y arrugas para lograr un resultado uniforme. Estos resultados pueden durar hasta 24 meses, luego su cuerpo disgregará gradualmente el relleno y lo reabsorberá.